viernes, 29 de junio de 2007
miércoles, 20 de junio de 2007
PARA TAMPERE DESDE UNA PIEDRA ROJA
Hemos leído con emoción vuestras "incursiones" en el blog de Marta, nos hemos emocionado con vuestras muestras de apoyo, afecto y entrañable solidaridad en el dolor infinito de unas pérdidas como las que hemos tenido. La vuestra mucho más reciente y más arrebatadora (al ser por accidente), por tanto mucho más dolorosa en la actualidad.
Supimos por César y Mateo nuestro vínculo indirectos con Juanlu y Marta, y por tanto con vosotros y con vuestro infortunio.
Precisamente ellos cuya correspondencia mantenida con Marta, año tras año, contra viento y marea y guardada amorosamente todos estos años, ha sido determinante para la publicación del libro de Marta. Se lo dijimos personalmente a César el día de la presentación de Una piedra roja...
Desde aquí os mandamos todo el coraje necesario que precisa esparcir las cenizas de un hijo en un ámbito tan hermoso como esos lagos de Finlandia. Nuestro pensamiento y nuestro corazón estarán con vosotros. De alguna manera esta acción libera un poquito más el dolor, y va logrando que el sentimiento de angustia vaya desapareciendo y quedando en su lugar una cierta serenidad que no resignación.
Es tan díficil "encajar" la pérdida de un hijo como duro es "gestionar" el tiempo de dolor y ausencia, de tal modo que parece imposible no caer en la depresión o en la desesperanza. Pero poco a poco la ausencia exterior se va convientiendo en presencia interior y el hijo o hija que estaba afuera y vivía por su cuenta se instala definitivamente en el corazón de los padres o de los hermanos y vive de ellos y con ellos compartiendo todos los instantes de la vida. Al principio es una presencia abrumadora, es mucho más que un recuerdo, pero lentamente esta presencia se hace costumbre, el dolor se mitiga y el miedo al dolor desaparece, sin forzar, dejando pasar el tiempo, dejando estar y permanecer sin miedo al recuerdo y sin miedo al dolor y al sufrimiento.
Ciertamente son tiempos de sufrimiento, pero son parte de nuestra vida.
Creo que este blog os permite recibir el calor y el sentir compartido de familiares, amigos y conocidos, vuestros y de Juanlu, del mismo modo que el libro de Marta nos ha servido para disfrutar de su compañía (doloridos al principio y alegres y felices en la actualidad) y para mantener viva su presencia todo el tiempo que nos sea permitido.
¿Que me dirías tu, Marta, hija mía, si yo estuviera en tu situación? le pregunté a Marta un día
que tuvo una bajada de ánimo considerable.
Ánimo, papá.-
Pues eso te digo yo. Ánimo Marta.
Siempre que me sentía decaído me he dicho a mi mismo: Ánimo papá y eso es lo que yo os digo y es lo que os diría Juanlu. ¡Ánimo Tampere! ánimo a todos. Y cuando tengáis fuerzas y ánimo suficiente leed el libro de Marta que en él está acompañada por César y Mateo y por Pepelu, María, Jara, Marga, Manuel... y toda una generación de chicos y chicas, aventureros, emprendedores, luchadores, solidarios y generosos como Juanlu al que veréis dibujado en muchos trazos de las pinceladas con las que Marta escribió y dibujó su vida sin pretenderlo.
Supimos por César y Mateo nuestro vínculo indirectos con Juanlu y Marta, y por tanto con vosotros y con vuestro infortunio.
Precisamente ellos cuya correspondencia mantenida con Marta, año tras año, contra viento y marea y guardada amorosamente todos estos años, ha sido determinante para la publicación del libro de Marta. Se lo dijimos personalmente a César el día de la presentación de Una piedra roja...
Desde aquí os mandamos todo el coraje necesario que precisa esparcir las cenizas de un hijo en un ámbito tan hermoso como esos lagos de Finlandia. Nuestro pensamiento y nuestro corazón estarán con vosotros. De alguna manera esta acción libera un poquito más el dolor, y va logrando que el sentimiento de angustia vaya desapareciendo y quedando en su lugar una cierta serenidad que no resignación.
Es tan díficil "encajar" la pérdida de un hijo como duro es "gestionar" el tiempo de dolor y ausencia, de tal modo que parece imposible no caer en la depresión o en la desesperanza. Pero poco a poco la ausencia exterior se va convientiendo en presencia interior y el hijo o hija que estaba afuera y vivía por su cuenta se instala definitivamente en el corazón de los padres o de los hermanos y vive de ellos y con ellos compartiendo todos los instantes de la vida. Al principio es una presencia abrumadora, es mucho más que un recuerdo, pero lentamente esta presencia se hace costumbre, el dolor se mitiga y el miedo al dolor desaparece, sin forzar, dejando pasar el tiempo, dejando estar y permanecer sin miedo al recuerdo y sin miedo al dolor y al sufrimiento.
Ciertamente son tiempos de sufrimiento, pero son parte de nuestra vida.
Creo que este blog os permite recibir el calor y el sentir compartido de familiares, amigos y conocidos, vuestros y de Juanlu, del mismo modo que el libro de Marta nos ha servido para disfrutar de su compañía (doloridos al principio y alegres y felices en la actualidad) y para mantener viva su presencia todo el tiempo que nos sea permitido.
¿Que me dirías tu, Marta, hija mía, si yo estuviera en tu situación? le pregunté a Marta un día
que tuvo una bajada de ánimo considerable.
Ánimo, papá.-
Pues eso te digo yo. Ánimo Marta.
Siempre que me sentía decaído me he dicho a mi mismo: Ánimo papá y eso es lo que yo os digo y es lo que os diría Juanlu. ¡Ánimo Tampere! ánimo a todos. Y cuando tengáis fuerzas y ánimo suficiente leed el libro de Marta que en él está acompañada por César y Mateo y por Pepelu, María, Jara, Marga, Manuel... y toda una generación de chicos y chicas, aventureros, emprendedores, luchadores, solidarios y generosos como Juanlu al que veréis dibujado en muchos trazos de las pinceladas con las que Marta escribió y dibujó su vida sin pretenderlo.
jueves, 14 de junio de 2007
Querida Tampere.
Tampere, ese es el alias que utilizó una persona para agradecer la publicación de un libro póstumo de una amiga mía, Marta.
Cuando lo leí, media vida pasó de nuevo ante mis ojos. Yo no le conozco, Tampere, pero sus palabras de agradecimiento por el consuelo que le produzca la lectura de este libro me han alegrado profundamente. Desearía que le fuera tan reconfortante como el abrazo que no pude darle tras la muerte de su hijo. Me hubiera encantado que Juanlu hubiera conocido al mío. La vida hizo coincidir la alegría de la llegada de nuestro primer hijo con la pérdida de un amigo insustituible.
Tuve la fortuna de conocer a Juanlu hace 15 años y de compartir con él muchísimos momentos en este tiempo estudios, viajes, carnavales, sueños, amistades…
Cuatro años antes había conocido a Marta. El relato de su vida, truncada precozmente como la de Juanlu, ha sido publicado de la manera más respetuosa y fiel posible a partir de cartas, correos y escritos suyos dedicados a familiares, amigos o a su propia reflexión. Una vida en la que nos vemos reflejados muchos de nosotros. Además de la carga humana y emocional del libro, este documento refleja la manera de sentir y entender la vida de una generación de treintañeros comprometidos, como lo estaba Juan Luis, con el mundo, con su familia, con sus amigos y consigo mismos. Los escritos de Marta ayudan a conocer a esta generación de la manera más veraz posible, desde su propio corazón.
Juanlu,
de nuevo te escribo, de nuevo te siento junto a mí. Como cada vez que alzo la vista y mis ojos imaginan nuevos paisajes más allá del horizonte conocido, paisajes de interminables puestas de sol, de océanos inabarcables, de universos por explorar. Haciendo desaparecer las fronteras que dibujan los hombres, las barreras que levantan el idioma y las diferencias culturales, las que se desmoronan con tu mirada sincera, con la expresión alegre de tu rostro siempre dispuesto a regalar una sonrisa al compañero o al desconocido, al amigo o al contrincante, a todo el mundo, siempre.
Un abrazo fuerte familia,
César.
Cuando lo leí, media vida pasó de nuevo ante mis ojos. Yo no le conozco, Tampere, pero sus palabras de agradecimiento por el consuelo que le produzca la lectura de este libro me han alegrado profundamente. Desearía que le fuera tan reconfortante como el abrazo que no pude darle tras la muerte de su hijo. Me hubiera encantado que Juanlu hubiera conocido al mío. La vida hizo coincidir la alegría de la llegada de nuestro primer hijo con la pérdida de un amigo insustituible.
Tuve la fortuna de conocer a Juanlu hace 15 años y de compartir con él muchísimos momentos en este tiempo estudios, viajes, carnavales, sueños, amistades…
Cuatro años antes había conocido a Marta. El relato de su vida, truncada precozmente como la de Juanlu, ha sido publicado de la manera más respetuosa y fiel posible a partir de cartas, correos y escritos suyos dedicados a familiares, amigos o a su propia reflexión. Una vida en la que nos vemos reflejados muchos de nosotros. Además de la carga humana y emocional del libro, este documento refleja la manera de sentir y entender la vida de una generación de treintañeros comprometidos, como lo estaba Juan Luis, con el mundo, con su familia, con sus amigos y consigo mismos. Los escritos de Marta ayudan a conocer a esta generación de la manera más veraz posible, desde su propio corazón.
Juanlu,
de nuevo te escribo, de nuevo te siento junto a mí. Como cada vez que alzo la vista y mis ojos imaginan nuevos paisajes más allá del horizonte conocido, paisajes de interminables puestas de sol, de océanos inabarcables, de universos por explorar. Haciendo desaparecer las fronteras que dibujan los hombres, las barreras que levantan el idioma y las diferencias culturales, las que se desmoronan con tu mirada sincera, con la expresión alegre de tu rostro siempre dispuesto a regalar una sonrisa al compañero o al desconocido, al amigo o al contrincante, a todo el mundo, siempre.
Un abrazo fuerte familia,
César.
miércoles, 13 de junio de 2007
EL GRANO DE TIERRA
“Si el grano de tierra no cae en tierra y muere, queda él sólo; pero si muere da mucho fruto” (Evangelio de San Juan).
Ahora canto a Juan Luis, primer varón de María Carmen y Juan Luis, nacido en Santa Cruz de Tenerife, de la que, apenas hace cuatro meses, ha tenido que partir por la ineficacia de otros ¿ Qué país y que pueblos son éstos, y qué hombres lo habitan y administran? Me pregunto.
Canto a Juan Luis, niño de sólo 3 años, que veraneando en Baena en casa de sus abuelos maternos me manifestó por primera vez su cariño infantil que aún me conmueve y, sin pretenderlo, me permitió descubrir y comprender la verdadera dicha: Hablar, reírse y dar besos. Después, por circunstancias de la vida, nuestra amistad fue corta en el tiempo que se mide en minutos, pero profunda en el tiempo que se mide en oleadas en el corazón.
Canto a Juan Luis porque ha iniciado un largo viaje hacia un destino lejano¿ Y qué es vida mas que un viaje? ¿ Tenías el equipaje listo? Nada espera. Siempre se queda atrás la mayor parte. Gracias por dejarnos la mejor de tus muchas y buenas cualidades: la humildad del número uno, del primer inter pares. Muchísimas gracias. Pero......nos quedamos solos. Amarte a estas alturas es quedarse solo, aunque no hay mejor manera de quedarse solo que amarte y a pesar de que la soledad y el amor nos estén matando.
Canto a Juan Luis porque me da la gana y quiero despedirme. ¿ Es viaje de ida y vuelta? Hasta el encuentro, pues, y allá donde estés ríe, ríe por nosotros, con esa risa verdaderamente redentora, la que transmite la inverosímil pero irrenunciable esperanza de que existe la posibilidad de una vida sin dolor y sin miedo a la miseria o a la muerte. También , nosotros reiremos por ti porque te añoramos y creemos en la vida eterna.
Te canto luego existes, Juan Luis. ¿ Existes? ¿ Existimos? Adiós, Juan Luis. ¿Adiós? Mejor callar. Adiós no es siempre irse, mientras siga en nuestra memoria tu nombre mismo. No miraremos atrás. No miraremos. Callar no es que miremos atrás. Miramos hacia el sol y las estrellas que son tu destino y morada. ¡ Finlandés de Tenerife! Ahora yo, medio de Baena y boquerón de Málaga, también soy finlandés y tinerfeño!
10 de junio de 2007.
Tío Manolo.
Ahora canto a Juan Luis, primer varón de María Carmen y Juan Luis, nacido en Santa Cruz de Tenerife, de la que, apenas hace cuatro meses, ha tenido que partir por la ineficacia de otros ¿ Qué país y que pueblos son éstos, y qué hombres lo habitan y administran? Me pregunto.
Canto a Juan Luis, niño de sólo 3 años, que veraneando en Baena en casa de sus abuelos maternos me manifestó por primera vez su cariño infantil que aún me conmueve y, sin pretenderlo, me permitió descubrir y comprender la verdadera dicha: Hablar, reírse y dar besos. Después, por circunstancias de la vida, nuestra amistad fue corta en el tiempo que se mide en minutos, pero profunda en el tiempo que se mide en oleadas en el corazón.
Canto a Juan Luis porque ha iniciado un largo viaje hacia un destino lejano¿ Y qué es vida mas que un viaje? ¿ Tenías el equipaje listo? Nada espera. Siempre se queda atrás la mayor parte. Gracias por dejarnos la mejor de tus muchas y buenas cualidades: la humildad del número uno, del primer inter pares. Muchísimas gracias. Pero......nos quedamos solos. Amarte a estas alturas es quedarse solo, aunque no hay mejor manera de quedarse solo que amarte y a pesar de que la soledad y el amor nos estén matando.
Canto a Juan Luis porque me da la gana y quiero despedirme. ¿ Es viaje de ida y vuelta? Hasta el encuentro, pues, y allá donde estés ríe, ríe por nosotros, con esa risa verdaderamente redentora, la que transmite la inverosímil pero irrenunciable esperanza de que existe la posibilidad de una vida sin dolor y sin miedo a la miseria o a la muerte. También , nosotros reiremos por ti porque te añoramos y creemos en la vida eterna.
Te canto luego existes, Juan Luis. ¿ Existes? ¿ Existimos? Adiós, Juan Luis. ¿Adiós? Mejor callar. Adiós no es siempre irse, mientras siga en nuestra memoria tu nombre mismo. No miraremos atrás. No miraremos. Callar no es que miremos atrás. Miramos hacia el sol y las estrellas que son tu destino y morada. ¡ Finlandés de Tenerife! Ahora yo, medio de Baena y boquerón de Málaga, también soy finlandés y tinerfeño!
10 de junio de 2007.
Tío Manolo.
lunes, 11 de junio de 2007
Ese beso...
Tengo infinidad de recuerdos, de infinidad de personas, de infinidad de ciudades en las que he pasado parte de mi vida… Por fortuna, y hasta hace unos meses no había tenido que dar a nadie un adiós definitivo.
Guardo de ti recuerdos de todo tipo, pero hay dos en especial que me gusta mucho recordar…
El primero, una conversación y sobretodo un consejo… Eran las tantas, estábamos Santy, tu y yo en Mikontalo, tumbados en la cama y dándole al palique. Para mi esa velada significó mucho, fue la noche en la que me abrí a vosotros, la noche en la que sentí que se había dado un paso adelante, el momento a partir del cual me permitía el lujo de haceros preguntas muy personales aunque hiciese meses que no nos veíamos. Fue una interesante conversación, vosotros preguntasteis, yo respondí y se acabó con un “vigila”. El tiempo, a parte de daros la razón, me hizo valorar muchísimo las personas con las que había hablado aquella noche. Nunca te di las gracias por aquellas palabras, así que lo hago ahora y del único modo que me has dejado hacerlo.
El segundo, menos profundo pero mucho más divertido. Te sitúo, verano del 200? (desde que llegué a la treintena ya no tengo noción del tiempo), cumpleaños de Tobías, alquiló una sauna típica en el centro, había mucho vodka, mucha cerveza, mucha sidra y algunos jóvenes borrachos disfrutando de la desinhibición propia de tantas otras saunas. Yo esperaba para ir al baño, tú saliste de allí, al abrir la puerta me miraste, me cogiste la cara entre tus manos y estuvimos así 3, 4 quizás 5 segundos y de repente se te desfiguró la cara… te sentías fatal:
Le habías querido dar un beso a la novia de un amigo !!!
Obviamente no pasó nada, yo me reí y te dije, pero Juanlu, si es sólo un beso, no te preocupes… Conseguí que no le dieras más vueltas, pero lo mío me costó, no parabas de decirme eso de: y encima a la novia de un amigo¡!!
Ayyy Juanlu, ojalá me hubieras dado ese beso, sin lugar a dudas un beso borracho hubiera sido el mejor de los recuerdos.
Lucia
Guardo de ti recuerdos de todo tipo, pero hay dos en especial que me gusta mucho recordar…
El primero, una conversación y sobretodo un consejo… Eran las tantas, estábamos Santy, tu y yo en Mikontalo, tumbados en la cama y dándole al palique. Para mi esa velada significó mucho, fue la noche en la que me abrí a vosotros, la noche en la que sentí que se había dado un paso adelante, el momento a partir del cual me permitía el lujo de haceros preguntas muy personales aunque hiciese meses que no nos veíamos. Fue una interesante conversación, vosotros preguntasteis, yo respondí y se acabó con un “vigila”. El tiempo, a parte de daros la razón, me hizo valorar muchísimo las personas con las que había hablado aquella noche. Nunca te di las gracias por aquellas palabras, así que lo hago ahora y del único modo que me has dejado hacerlo.
El segundo, menos profundo pero mucho más divertido. Te sitúo, verano del 200? (desde que llegué a la treintena ya no tengo noción del tiempo), cumpleaños de Tobías, alquiló una sauna típica en el centro, había mucho vodka, mucha cerveza, mucha sidra y algunos jóvenes borrachos disfrutando de la desinhibición propia de tantas otras saunas. Yo esperaba para ir al baño, tú saliste de allí, al abrir la puerta me miraste, me cogiste la cara entre tus manos y estuvimos así 3, 4 quizás 5 segundos y de repente se te desfiguró la cara… te sentías fatal:
Le habías querido dar un beso a la novia de un amigo !!!
Obviamente no pasó nada, yo me reí y te dije, pero Juanlu, si es sólo un beso, no te preocupes… Conseguí que no le dieras más vueltas, pero lo mío me costó, no parabas de decirme eso de: y encima a la novia de un amigo¡!!
Ayyy Juanlu, ojalá me hubieras dado ese beso, sin lugar a dudas un beso borracho hubiera sido el mejor de los recuerdos.
Lucia
domingo, 3 de junio de 2007
Recuerdos desde Cuba
Hola,
Mi nombre es Ernesto y fui amigo de Juanlu. Digo "fui" porque desgraciadamente hay que resignarse a lo sucedido aunque no me acostumbro. Noelia me escribió para contarme sobre la iniciativa de ustedes y quiero hacer mi aporte.
Aquí les envío una imagen tomada durante la Escuela de Invierno del IAC del 2003. En particular ese día asistimos a una "excursión" por el Teide. En la foto aparecemos, además de él, Ricardo Amorín (seguro que lo conocen, es estudiante de doctorado del IAC) y un servidor (también estudiante de doctorado del IAC).
Ernesto Roberto Rodríguez Flores.
viernes, 1 de junio de 2007
Tu ausencia y el poder de las palabras
Si de todas las palabras me dieran a elegir una que te describiera Juanluisín, creo que escogería sin ninguna duda la de ¨idealista¨. Hay muchas que asocio contigo como la de amigo, colega, optimista, risueño, aventurero, perfeccionista, DESPISTADO, si, sí con mayúsculas... , pero idealista... idealista se lleva la palma.
Durante estos meses he recordado una y mil veces la última vez que nos vimos las pasadas Navidades. Recuerdo especialmente una conversación que mantuvimos Cami, Rodri, tu y yo. La típica discusión que comienza el Juanlu inocentemente con un.....¨¿te imaginas si....?", ¿Qué pasaría si...?". Pues bien esta vez se trataba de discutir sobre un mundo en el que todos percibiéramos los mismos salarios pero cada uno haría lo que más le gustara en esta vida. El jardinero, por poner un ejemplo, sería jardinero por vocación y lo mismo el ingeniero, fontanero, médico, biólogo, etc... Los bandos se formaron de manera inmediata... Jualu: el idealista number 1, Rodri: apoya la revolución del cambio, Cami y yo: estos dos están como unas maracas.
El idealismo ha impregnado lo que eres mi querido Juan Luis: tu lucha por cambiar el mundo, entenderlo, modelizarlo. Tu concepto de la amistad, el afán en tu trabajo, tu forma de ver/disfrutar/vivir la vida... sigo?. Yo creo que nos entendemos perfectamente :).
Palabras......, no puedo evitar sonreír, hay palabras que irán siempre asociadas contigo, son únicas y te pertenecen: ¨Juanlu", "Juanlusín", “JL”, "chicha", ¨bolo peteleco¨ (¿se escribe así?, todavía recuerdo la lata que nos diste para cocinar el dichoso bolo peteleco), pre-bommarit, ¨pampero si, si ron pampero" (a saber de donde sacarías aquella botella, por poquito te cargas a la Ame). ¿Y qué me dices de tus frases?: como la de ¨es más raro que un perro verde¨ pero sin duda la que más me gustaba y siempre lograba arrancarme una carcajada era cuando decías aquello de ¨... pero si es más simple que el mecanismo de un botijo¨.
Tres nombres de prendas de vestir que asociaría contigo.. sin dudarlo... tus botas gore-tex (bien de experimentos llevamos a cabo para certificar que realmente eran impermeables), tu bañador azul y tu chamarra roja impermeable. Vamos a ver.. se te reconocía a la legua. Un muchachillo flaquillo, con botas, dos patillas flacuchillas, en bañador y con la chamarra roja puesta.. ¿Quién es?... pues quien va a ser... ¡el Juanluisín!.
Todavía no me creo que te hayas ido. Pienso que seguramente estarás liado con tus cosillas como siempre, ya asomarás la cabeza con un email o una llamada un día de estos. Y en Navidades como siempre nos reuniremos de nuevo para recordar las historias de la carrera, o cuando nos fuimos a Güi-Güi, o cuando subimos al Teide (jeje esa montañita de ahí al frente) o de la excursión a las islas Aland, o la de Estonia o la de Cabo Norte y por supuesto nuestro tema favorito las batallitas de Finlandia (eso si que da para hablar ¿ehhh?).
Cada vez que leo/escribo/oigo una palabra tuya (como yo las llamo) algún resorte interno suena y una contradicción se produce en mi cabeza, por una lado una sonrisa al recordarte pero por otro lado la punzada de tu ausencia.....
Un fuerte abrazo Juanluisillo
Cada vez que leo/escribo/oigo una palabra tuya (como yo las llamo) algún resorte interno suena y una contradicción se produce en mi cabeza, por una lado una sonrisa al recordarte pero por otro lado la punzada de tu ausencia.....
Un fuerte abrazo Juanluisillo
Santy
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