jueves, 31 de mayo de 2007

Una noche cerca del aeropuerto

La verdad es que se me ponen los pelos de punta entrar en esta pagina y leer todos y cada uno de los comentarios que aparecen en ella para recordar a nuestro gran amigo ¡intimo amigo! Juanlu.Porque cuando conoces a alguien con 9 o 10 años y compartes toda una infancia,adolescencia y mil anecdotas tienes una amistad firme consolidada y tienes un sentimiento profundo que va a perdurar siempre.
Se nos ha ido Juanlu siempre me va a faltar uno, uno de mis mejores amigos de toda la vida como presumo siempre y con orgullo,pueden pasar meses sin verlos, años si estas estudiando o trabajando como Juanlu cuando te fuiste a Finlandia pero la amistad es eso ni la distancia puede con ella.
uff podria contar muchas cosas que he vivido con mi amigo juanlu desde aquel baja ya en el edificio para ir a jugar a los pabellones o estar en los bancos o salir de marcha..Me acuerdo de la ultima conversacion contigo joder me comentaste que ahora en vez de futbol en le Astrofisico estaban organizando partidos de basket te dije que me apuntaria cuando se fuese el frio lagunero por la humedad ,tambien quedamos en ir a ver tu casa a Radazul que con tanta ilusion te habias comprado.Siempre me acordare de su sonrisa su inteligencia y lo buena persona que era que apenas discutia con nadie.
Les contare una vivencia con el, algo que nos sucedio una noche de marcha que apenas lo comentamos despues,ibamos al sur el y yo en su Opel City(mi escarabajo no estaba ya para muchos trotes) habiamos pasado el aeropuerto nos quedaban como 20km para llegar a las Americas y Juanlu iba por el carril izquierdo de la autopista apenas estaba iluminada y de repente vimos a alguien parado en el carril izquierdo y mirando hacia nosotros JUanlu pego un volantazo no se ni como lo hizo para esquivar a eso y digo eso porque no nos podiamos creer lo que habiamos visto,Juanlu me digo viste eso?le dije que si, dudamos hasta lo que vimos yo mire para atras y estaba oscuro, se nos paso por la cabeza parar pero le dije a Juanlu que continuase estaba acojonado y seguimos nuestra ruta ese dia nunca se me olvidara los reflejos que tuvo Juanlu pense que nos la pegabamos,años despues le pregunte si se acordaba y me dijo que si menos mal, yo ya dudaba de esa imagen o lo que fuese pero esto otra historia vivencia anecdota que vivi con Juanlu y se me vino a la cabeza el contarselas.
Nos veremos algun dia JUanlu un abrazo donde estes, siempre te llevare en mi corazon mi gran amigo Juanlu, un abrazo MariCarmen y JuanluIs ha sido una suerte coincidir en el Princesa Dacil y haber conocido a vuestro hijo Un fenomeno de amigo.
Felix

miércoles, 30 de mayo de 2007

NUESTRA PELLA DE GOFIO

Hoy sonrío y creo que será así el resto de mi vida cuando un pensamiento me devuelve tu imagen, esa sonrisa… Me vienen tantos recuerdos..., que intensos fueron esos años donde nos conocimos.
¿Recuerdas?..., como perdiste un yogurt de litro de camino del supermercado a Mikontalo simplemente parándote hablar con unos amigos. Algunos les sonará la historia…en realidad la palabra Mikontalo une a mucha gente que le conocía.
Yo encontré a mi otra familia justamente allí en ese edificio lleno de estudiantes en unas frías tierras allá por Finlandia. Allí encontré a un Juanlu como compañero de estudios, de trabajo, de vecino de la comunidad, de colega de inolvidables cenas, comidas, fiestas, reuniones, risas, veladas, paliques, viajes, momentos imborrables que quedarán en mi mente y en la de muchos. Así tuve la gran suerte de encontrarlo y de tenerlo como amigo y hermano.
Pasamos momentos duros también por esas tierras, pero creamos nuestra familia de canarios peculiar, todos juntos como una pella de gofio bien amasada, para lo bueno y malo, para reír y llorar cuando hacía falta, para animar y apoyar al compañero, al nuevo canario adoptivo que llegaba a nuestra casa de acogida.
Allá llevamos nuestro pequeño mundo isleño, nuestra idiosincrasia, nuestras costumbres, nuestra comida, nuestra hora de retraso con el mundo. Juntos supimos paliar el dolor de no tener a la familia cerca, nosotros formamos la nuestra, nuestra pella.
Ahora ya no compartimos el mismo edificio, ni la rutina diaria de nuestras vidas. Cada uno sigue un rumbo distinto, pero siempre en nuestra mente y en nuestros corazones quedará un trocito de Finlandia donde encontramos, sin buscarlo, a nuestra segunda familia.
¡Ay, Juanlisín!, cuantas historias, recuerdos y pensamientos sobre la vida para contar nos dejas, que suerte la nuestra toparnos en tu camino. Aunque ahora tu ausencia física nos deje un gran peso en nuestros corazones. Siempre estarás ahí, hasta que nos volvamos a encontrar y nos cuentes con pelos y señales el viaje en el que andas metido.
Te quiere un montón.
La Ame.

lunes, 28 de mayo de 2007

El viejo Opel Corsa que tú, voluntarioso, más que conducir arrastrabas de aquí para allá. El aguacero que nos empapó hasta el tuétano en París, las luces de Praga, una cena en un garito de Roma. Tus correos con fotos de auroras boreales. Tu relajado sentido de la puntualidad. Los pateos entre la laurisilva. Lo mal que cantabas, en 17 años jamás te escuché entonar una melodía mínimamente aceptable. Tus palabras de ánimo, que en mis horas mas bajas, eran capaces de elevarme del carajo a la esperanza sin escalas. Las largas conversaciones alrededor de una cerveza. Un sinfín de felices complicidades. Los partidos de fútbol en el astrofísico y las remontadas heroicas que nos hubiera gustado protagonizar. El aire ingenuo y sencillo, la honestidad de los que viajan por la vida sin doble fondo en las maletas. Lo constante de tu amistad, tu lealtad a prueba de bombas. Esta herida que duele como diez. Tu simple y descomunal ausencia.

Colecciono imágenes y sonidos, retales de tu vida y de la mía que a menudo se entrelazan y confunden. Con el paso del tiempo seré capaz de recordarte sin este dolor que ahora lo impregna todo, sin la amargura que imprime en todas mis arterias su signo, atrás quedará para siempre esa noche maldita de febrero. Llegará el día en que pensaré en ti, en tu sonrisa imperecedera y sólo sentiré gratitud y una inmensa suerte por haberte conocido.

Leo.

sábado, 26 de mayo de 2007

Así era Juanlu

¿Cuántas veces respiráis cada minuto, cada hora, cada día, cada...? Sé que no lo contáis nunca, yo tampoco... hasta aquel jueves.

Hace diez días, tenía una opresión en mis pulmones, la noche anterior algunos síntomas me decían que algo andaba mal en mi, según la postura que adoptara en al cama, mi capacidad de respiración cambiaba: tumbado sobre el costado derecho todo estaba bien, pero tumbado sobre el costado izquierdo mis pulmones no podían respirar, como un pez fuera del agua...

Por la mañana fui al hospital, y después de mi convincente charla el doctor decidió hacerme unos rayos X, pura rutina... después de hacerlos, el médico me preguntó si había tenido un accidente, le dije que no, me miró con cara de sorpresa: “ve al doctor, deprisa”, dijo, “tienes un ‘pneumo-tórax’”, pensé que no sonaba nada bien.

El doctor trató de calmarme: tienes unas perforaciones en tus pulmones... SENSACIÓN INDESCRIPTIBLE ... bla bla bla bla.... No oía nada, sólo perforaciones, perforaciones, perforaciones... sólo un pensamiento claro: ¿es esto el final?

Me llevaron muy deprisa en ambulancia al hospital, muchos pensamientos en mi cabeza: aún no he vivido mi vida, se supone que estoy a medio camino, ¿qué pasa con mis sueños, intentar que se hagan realidad, con el amor aún por dar, los momentos aún por vivir, todos los viajes por hacer, gente por conocer, fotos por hacer, cartas por escribir, sorpresas por dar, postales por poner en la pared, amigos de toda la vida con los que reunirse, todas las cosas que quedan aún por hacer, todo lo que dejamos atrás, estoy preparado de verdad para decir adiós? ¿cuándo se está preparado para eso?

Mis amigos llegaron al hospital mientras esperaba a que viniera el médico, fui capaz incluso de reirme con ellos, probablemente una de las definiciones de lo que es un amigo.

Le pregunté al médico si de verdad la situación era tan mala, y su respuesta representó otro shock: “tu situación es bastante mala”, dijo, “primero tengo que extraer el aire de tu pulmón izquierdo y luego, quizá, cirugía en dicho pulmón, ¿eres una persona sana?”. Le dije que ni siquiera un resfriado en los últimos 4 años, me miró sorprendido... “muy bien, pongamos el tubo en tu pulmón”... en ese momento me invadió la calma, lo único que quería que hiciera era extraer el aire que estaba deformando 5 cm de mi pulmón, no quería pensar más y el médico lo hizo.

Estuve 15 horas dependiendo de un tubo que extrajo mi aire de mi pulmón haciendo un sonido burbujeante en la máquina, al principio me daba miedo incluso tocarlo, pero sólo necesité unas horas para sentirme a gusto con él y por la mañana estaba paseándome por el pasillo con la máquina en mis manos, el ser humano es capaz de adaptarse a muchas situaciones diversas, es lo que sentía en esos momentos. A veces me venía el pensamiento de que quizá hace un siglo la gente se moría por esto.

A mediodía un nuevo médico vino a comprobar mi situación, los nuevos rayos x estaban
a mi lado, no quería verlos, en realidad yo estaba dando por supuesto que lo peor estaba aún por llegar, pero el doctor dijo: “la situación es ahora muy diferente, tu pulmón se ha recuperado muy rápido, voy a retirar el tubo y te vas a ir a casa”...

Acostado en casa podía sentir mi respiración, me daba cuenta de lo difícilmente que mis pulmones intentaban obtener el oxígeno a partir del aire, lo difícil que era para mí hacer algo a lo que no le prestamoa atención en nuestra vida normal, no quería quedarme dormido esa noche, quizá no me diera cuenta de que mis pulmones no funcionaran,... momentos muy malos, momentos en los que sólo deseas estar sano de nuevo, nada más... Mi madre vino desde las Islas Canarias tan rápido como pudo para estar a mi lado, el amor de una madre nunca se desvanece, es absolutamente altruista, no podía evitar que mi dolor también fuera el suyo.

Afortunadamente, el milagro de la vida hizo su trabajo y poco a poco comencé a olvidarme de que tenía que tomar aire para sobrevivir, todavía estoy asombrado de cómo pudo ser.

No quería pasar página de lo que me había pasado, estas son las situaciones de la vida que transmiten un claro mensaje: aprovecha el momento, respira hondo la vida, disfruta todos y cada uno de los segundos, sólo porque puedes correr, saltar, porque puedes silbar, puedes hablar, ayudar a los demás, porque tienes sueños en tu cabeza, porque está lloviendo, está nevando, brilla el sol, esa chica sonríe, porque tienes amigos, porque tienes un trabajo, porque estás estudiando, aprendiendo cosas nuevas, porque cada nuevo día es otra oportunidad de experimentar algo diferente, porque tener amigos es el tesoro más bonito, porque los problemas son para sopesarlos y lo único que no debes perder nunca es la sonrisa para superarlos, nunca olvidéis esto, para mí es fácil, sólo tengo que mirar la cicatriz en mi pecho...

Ahora sólo necesito descansar un tiempo para recuperar la forma, para saltar y correr de nuevo y, por supuesto, para sonreir aún más, sucede que interpreté esto como un mensaje y quería compartirlo con vosotros, amigos míos.


Vuestro,

Juanlu

Tampere (Finlandia) noviembre de 2002


Nota: Esta carta de Juanlu ha sido recuperada por sus amigos e incluida aquí a petición de sus Padres.

jueves, 10 de mayo de 2007

El "flaco", mi amigo.....mi hermano.










Corría el año 80, posiblemente sería muy cerca del verano cuando vi al "flaco" por primera vez. Lo recuerdo como si fuese ayer. Recuerdo que jugábamos con las bicicletas en lo alto de los aparcamientos varios de los amigüetes del edificio que ya vivíamos allí, cuando se nos acercaron dos chavales con sus bicis, una naranja y otra roja dispuestos a unirse al juego. La naranja, si no me traiciona mi memoria era la de Jose y la roja la de el "flaco". No pasaron ni cinco minutos y ya formaban parte de lo que con el tiempo se convirtió en un gran grupo de amigos....de hermanos.



Ha sido un golpe muy duro lo de perderte "flaco", me vienen tantos recuerdos de ti. Recuerdo tu sonrisa....., que graaaaan sonrisa!!!!.Te recuerdo en esa postura para mi inverosímil en la solías ponerte( intentaré describirla) piernas flexionadas (en cuclillas), trasero pegado a los talones, brazos rodeando las rodillas y barbilla apoyada en los brazos (muchos se acordarán de esa incomoda postura que para el era de lo más cómoda).


La verdad es que 27 años dan para miles y miles de recuerdos que guardaré como un tesoro en mi memoria.



Sabes flaco? echo de menos esas conversaciones que teníamos cuando venías por casa de tu madre en las que tantos y tan buenos consejos me diste y que me ayudaron a seguir adelante.


Echaré de menos todo el apoyo que me diste, el hablar de la amistad (uno de los temas principales en nuestras conversaciones), echaré de menos tu sonrisa, tu nobleza y lo justo que siempre fuiste con todo y con todos. También echaré de menos esa palabra que tantas y tantas veces repetías cuando hablabas... "tío" (lo recuerdan?).


Te estaré eternamente agradecido por haber estado en esos momentos malos que tenemos en nuestras vidas y que sin duda tu hiciste que pasasen de la manera menos dolorosa con ese positivismo que siempre admiré en ti y que tanto bien nos hizo a muchos.



Mari Carmen a ti quiero decirte que jamás olvidaremos a juanlu, que no hay día en el que no nos acordemos de él todos y cada uno de sus amigos...... de sus hermanos y que siempre estará vivo en nuestros pensamientos y en nuestros corazones.....de eso estoy seguro.


También quiero decirte que les seguiré visitando a casa como lo hacía cuando iba a ver al "flaco".


Les mando un caluroso abrazo tanto a ti Mari Carmen como a Juan Luis, a Jose Alberto y a Cami







Flaco, siempre te recordare en esa postura inverosímil con una grandiosa sonrisa y mirando un precioso atardecer en la Caleta, sin duda es así como quiero recordarte siempre.





Un eterno abrazo hermano.

domingo, 6 de mayo de 2007

Un eterno abrazo, amigo mío.


Mi querido Juan Luis,

Contarte mis penas siempre me ha resultado de gran ayuda por eso lo hago ahora, a pesar de que en este caso sea tu propia ausencia lo que me entristece. Quiero que sepas que aunque tengo un dolor muy grande y no puedo dejar de pensar en ti, espero ser capaz de convertir esta sensación en algo positivo, como quizás te hubiera gustado. Espero conseguirlo, pero debes comprender que esto me llevará algún tiempo.

Bueno, amigo mío, hasta aquí llega una etapa de nuestra amistad, y ahora empieza otra en la que tendré que conformarme con los recuerdos de nuestras experiencias juntos. Sólo espero que el paso del tiempo no los perturbe demasiado, para lo cual tendré que estimular mi memoria con fotos, cartas etc., pues me preocupa olvidar detalles. ¡Qué lástima no tener alguna foto de cada momento especial que compartimos!.

Ahora que estoy buscando fotos recuerdo el día que nos conocimos hace 17 años cuando subimos al Teide con Antonio y Leo a tirarnos por la nieve con un pequeño trineo. Sin saberlo, aquel día lo pasé con los que poco después os convertisteis en mis amigos inseparables: Los años en el piso de estudiantes en Las Palmas, los deportes , los viajes, las inquietudes, los sueños compartidos y tantas otras cosas que tengo que rebuscar en mi memoria.

Después te fuiste de Erasmus durante un cuatrimestre, y casi en el último momento yo decidí seguir en Las Palmas. Al final te quedaste durante unos 5 años en Finlandia con los buenos compañeros de Gran Canaria y muchos otras personas que conociste, dejando amigos por medio mundo, como pude constatar cuando te visitamos en Tampere José Alberto, Isa, Leo, Antonio y yo en el verano del 99.

Al concluir tu etapa finlandesa regresaste a Tenerife y desde el primer momento quedó claro que nuestra amistad estaba en el punto álgido en el que la habíamos dejado. Recuero que en esos días no tenías claro lo de echar raíces en las islas, pues te habías acostumbrado al ambiente internacional que aquí no era fácil encontrar. Pero lograste satisfacer ambos deseos incorporándote al Instituto de Astrofísica de Canarias en el año 2003 después de presentarte a dos plazas de ingeniero y quedar el primero en ambas. Con la ilusión de un trabajo nuevo que cumplía tus expectativas, animaste a Cami a venir a Tenerife y volvimos a compartir gran parte de nuestros proyectos de vida. En octubre de 2004 yo me incorporé también al área de instrumentación del IAC, por lo que la cantidad de tiempo que pasábamos juntos ya no se limitaba al tiempo libre, desde entonces nos veíamos también en el trabajo. Estos últimos años han sido para mi de gran plenitud en mi vida disfrutando entre otras cosas de tu amistad.

Por un lado el nacimiento de mi primer hijo Eduardo, al que esperaste pacientemente en la sala de visitas del hospital para poderlo ver minutos después de nacer el 8 de febrero, y por otro lado tu terrible despedida 2 días después, me hacen sentir que una nueva etapa comienza en mi vida, para la cual quisiera pedirte que me prestes tu optimismo, tu amor a la vida y a las nuevas experiencias, tu honestidad, tu idealismo y tu gran valoración de la amistad. Ya se que te pido mucho, pero siempre has sido generoso conmigo.

Eduardo es aún muy pequeño pero su presencia me resulta fundamental para superar tu ausencia y algún día le hablaré de ti.

Un eterno abrazo, amigo mío.


Santa Cruz de Tenerife, a 20 de febrero de 2007
Miguel