He trabajado con Jualu estos últimos años, día a día, codo a codo, problema a problema. Su indestructible voluntad de dialogo y negociación salvó muchas situaciones francamente difíciles, haciendo que el trabajo avanzase en la dirección apropiada. Siempre tenía unas ganas terribles de trabajar y querer solucionar problemas aunque pareciera imposible.
En cuanto a lo personal, hacernos sentir como en casa era algo que emanaba poro a poro, lejos de falacias y pretensiones, dándose a veces en exceso. No puedo contar las veces que estuvo a nuestro lado mostrándonos la belleza de la isla o acompañándonos a cenar, sin dejar nunca que nos sintiéramos solos.
Una pérdida, una gran pérdida.
Mi pésame a su familia, su novia, sus compañeros y al resto afectado de esta tragedia en estos difíciles momentos.
Rafael Morales. IAA.
miércoles, 14 de febrero de 2007
Una gran pérdida
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